viernes, 12 de noviembre de 2021

La primera página

Vale, ya me había "formado"... había aprobado el teórico y ahora tenía por delante un duro examen práctico conmigo mismo. 

He leído que lo difícil es empezar y, por ello,  que es lo primero que hay que hacer, sea bueno o malo, pero hacerlo como si no hubiera un mañana. No desmentiría esta afirmación, pero cada persona/escritor es un mundo, y, en mi caso, preferí empezar poco a poco, con buena letra, como se suele decir. Temía escribir algo que no me gustase, algo que me hiciera pensar que yo no valía para esto, así que, tras darle dos mi ochocientas diez vueltas, pulsé la primera tecla.

No sé si es que aquella noche estuve inspirado o si es que verdaderamente valía y solo tenía que ponerme a plasmar mi imaginación sobre el teclado, confiando en que todos los libros que me había leído hasta la fecha me harían el camino más fácil. 

Debió ser así, porque escribí el primer capítulo del tirón (tengo que decir que era de unas 400 palabras). Oye, pues tiene su mérito. Por cierto, si quieres ser escritor, acostúmbrate a contar palabras, no páginas...

Volviendo a la primera página: Me encantó. Me gustó mucho cómo se había quedado aquel primer capítulo, tanto que a partir de entonces solo quería escribir, continuar la historia, mantenerla viva. 

Aparecieron los miedos: Que si me iba a quedar sin ideas. Que si se me apagaba el ordenador y perdía todo lo escrito (estuve guardando cada párrafo hasta que descubrí que Scrivenner tenía programado el autoguardado). Que si solo me iba a gustar a mí.. etc. Pero la historia que estaba creando era lo suficientemente fuerte como para sobreponerme a esos miedos. Mis ganas de sacarla adelante y que viera la luz hacían que escribiese con pasión y, cuando no lo hacía, grababa audios con la grabadora del móvil y/o en un grupo de WhatsApp conmigo mismo hablando sobre los próximos capítulos de la novela. Algunos de esos audios eran podcast, más que audios, que luego se me hacían eternos a la hora de escuchar (gracias señor del WhatsApp por la opción de acelerar la reproducción).. continuaba con mis paseos y posteriores duchas inspiradoras, consultaba con la almohada posibles giros a la novela, formas de volver loco al lector, etc. En definitiva, volqué mi tiempo en la novela y, por desgracia, tenía por delante unos meses "sabáticos". Pero cuando uno invierte su valioso tiempo en lo que realmente le apasiona, desearía poder pararlo. Es increíble lo rápido que puede avanzar.

Al mismo tiempo, continuaba mi formación en la web y, en un par de semanas, había pasado de tener  algunas anotaciones en post-it y libreta a dominar las reglas de los guiones, tener una escaleta y varias fichas de personajes ya cumplimentadas. Seguía los sabios consejos de otros escritores que compartían sus experiencias por redes, así como yo también espero poder ayudaros a vosotros. 

He olvidado comentar el ingrediente principal para escribir un libro: tener fe en ti mismo. 

PD: Leed siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta lo que quieras!! Estaré encantado de leerte.

Cuidado con lo que deseas...

Porque puede hacerse realidad... Seguro que habréis oído esta frase infinidad de veces; yo también, pero, hasta ahora, no había comprobado s...